Skip to main content

Consejo #7 TEACCH – Para adolescentes y adultos – Aprendiendo una rutina flexible

Esta época de tantos cambios puede causar que usted sienta una variedad de emociones: confusión acerca del virus y los cambios que lo acompañan; tal vez esté comenzando clases en línea; o tema por sí mismo y por los demás – amigos y familiares; que sienta ira o frustración y, aburrimiento.

Por otro lado, también podría sentir menos ansiedad debido a un horario más relajado y, expectativas sociales limitadas. Es posible que le preocupe cómo se sentirá al “volver” al horario típico en un futuro.

Todas estas emociones son comprensibles. La mayoría de nosotros experimentaremos una variedad de emociones durante este período de tiempo debido a todos los cambios y, una de las mejores cosas que podemos hacer es trabajar en nuestra resiliencia y flexibilidad mental. Podemos crear una rutina de flexibilidad para tener una forma predecible de hacerle frente a los cambios.

Muchas personas están utilizando parte de su tiempo para aprender nuevas rutinas de ejercicio físico para mantener sus cuerpos sanos, fuertes y flexibles. Este es un buen momento para comenzar una nueva rutina de ejercicio mental para mantener también su mente sana, fuerte y flexible. La flexibilidad mental es tan importante como la flexibilidad física. Es una habilidad importante que puede aprender, practicar y mejorar. Como todo, cuanto más la practique, lo hará cada vez mejor.

El primer paso para practicar una rutina de flexibilidad es estar consciente. Estar consciente significa “simplemente darse cuenta”. Esté consciente o tenga en cuenta cuando se esté sintiendo incómodo y reconozca que esto está siendo causado por el cambio.

A continuación, está listo para practicar la siguiente rutina de flexibilidad:

  1. Reconozca que se está produciendo un cambio. Es posible que desee decirse a sí mismo: “esto es un cambio”, ya que esto puede ayudarlo a sentirse más en control de cómo responder al cambio.
  2. Respire profundamente varias veces y/o dígase a sí mismo algo positivo como, “puedo ser flexible” o, “que sea diferente no significa que sea malo”.
  3. Pídales a otros que lo ayuden si está confundido acerca de lo que significan los cambios para usted y,
  4. Haga ajustes a su horario o actividades para incluir el cambio.

Sugerencias útiles

  • Escriba su rutina de flexibilidad en papel, paso por paso y téngalo a mano para cuando experimente cambios incómodos.
  • Repase y practique su rutina de flexibilidad incluso desde antes de necesitarla.
  • Pídale a uno de sus padres o a un mentor en su hogar que lo ayude a practicar y a recordar usar su rutina de flexibilidad.

En tiempos de incertidumbre, ¡todos se benefician de la previsibilidad!